por Ojcius Breneman, Mimi
Cuando Dios formó la primera familia, la invitó a caminar con él y a compartir su proyecto de construir, poblar y cuidar del mundo. Tiene mucho sentido que Dios nos pensara en relación y que nos invitara a construir quienes somos en comunidad. La familia ha sido, desde el comienzo, el lugar donde sentirnos en casa, un espacio seguro para afirmarnos mientras vamos descubriendo nuestro camino.
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