por Chaves, Silvia
La Biblia, en sus primeros capítulos sobre la creación, afirma que Dios creó al varón y la mujer para ser uno, compartir y crear vida (Gn 1:27-28). Parece privilegiar esta unión como proyecto de Dios. Sin embargo, en el contexto completo de las Escrituras, se observa que la Biblia no condena, ni rechaza, la soltería, ni tampoco obliga a que las personas se casen o no, tal como se ejemplifica en la opción de servir como no casado o eunuco para el reino, que Jesús plantea en Mateo 19:12.
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