por Acosta Benítez, Milton

El humor es difícil de definir, pero fácil de reconocer. Existe en todos los pueblos y culturas, lenguas y literaturas de todos los tiempos. Por lo tanto, la ausencia del humor en la Biblia sería absolutamente extraña. Los escritores bíblicos, aunque inspira-dos, eran tan humanos como nosotros. En consecuencia, hacen reflexión teológica con humor para tres propósitos esenciales: analizar la existencia humana; comunicar de manera aguda, minuciosa y sutil verdades serias y complejas difíciles de recibir directamente; denunciar los males sociales para buscar la transformación de la sociedad y de sus formas de pensar.

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