por Jaramillo Cárdenas, Luciano

En la doctrina católico romana se concibe al purgatorio como el lugar al cual van los justos que mueren libres de pecados mortales, pero no de culpas veniales o menores y del reato o de las consecuencias que el pecado deja en el pecador. Todos han de expiar estas culpas antes de su ingreso al cielo, donde nada ni nadie impuro puede entrar. Si no las expían en esta vida, debe- rán expiarlas después de la muerte.

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