por Salinas, J. Daniel

El refranero compartía con el sacerdote y el profeta el liderazgo espiritual en Israel. Aunque sus escritos y dichos son más de carácter práctico y menos cúlticos su inclusión en el canon hebreo nos muestra su importancia. Los libros sapienciales, en general, dividen a los seres humanos en sabios y necios con abundantes descripciones de los dos. El sabio recibe aplausos y promesas, el necio burlas y advertencias. La sabiduría le asegura el éxito al sabio mientras el necio solo fracasa. En la Biblia, los sabios se dejan guiar por el “temor del Señor” y el necio sigue sus propios deseos. El interés del refranero era entonces instruir a los jóvenes en la vida piadosa que les asegura felicidad y tranquilidad y evita los dolores y remordimientos que resultan de malas decisiones. La exhortación constante es a “escuchar” y “procurar” la sabiduría para alcanzar estabilidad y prosperidad integral.

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