por Améstegui, Igor

“En presencia de Dios y de Cristo Jesús […] te doy este solemne encargo: Predica la Palabra” (2Ti 4:1, 2). Podríamos pensar que los evangélicos somos fieles en el cumplimiento de este mandato del apóstol Pablo a Timoteo. Todos los domingos y varias veces a la semana en nuestros servicios se predica. Pero es necesario que nos preguntemos: ¿Qué se predica? ¿Cuál es el contenido de la predicación?