por Salinas, J. Daniel
Hallar sentido a la existencia siempre ha sido una tarea humana. Toda sociedad ha tenido personas de- dicadas a responder los interrogantes existenciales; también el Israel antiguo. El Maestro de Eclesiastés dejó plasmada su reflexión cándida y sincera sobre preguntas que le planteó la vida y su búsqueda de respuestas. Su discurso ha desconcertado a muchos y sorprendido a otros. Debemos recordar que el Maestro era un hebreo de una época remota y no un filósofo académico occidental del siglo veintiuno. Sus reflexiones reflejan su visión de la vida y su comprensión del devenir humano. Sus argumentaciones son recurrentes y circulares. Visita los mismos temas varias veces y en diferentes contextos. Tampoco deberíamos reclamarle por no mencionar la redención del NT.
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