por Soares, Esequías
Nuestros días están marcados por las injusticias institucionalizadas que generan el empobrecimiento de muchos a merced de los sistemas económicos de otros. En América Latina se vive una desigualdad recurrente; el hambre, las enfermedades y la pobreza son parte cotidiana de la vida de billones alrededor del globo. Mientras tanto, las naciones ricas del mundo pasan por graves crisis económicas y se observa el debilitamiento del sistema de poder al que están acostumbradas. La visión de Jeremías afirma que no existe ningún poder, por más hegemónico que sea, que dure para siempre. Tan solo Dios es el Señor, por siempre y para siempre, en todo el mundo que él creó. En él podemos confiar.
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