por Escobar, Samuel
Esta carta refleja la condición de los creyentes en Cristo como minoría dentro de un ámbito hostil que fue la situación propia del primer siglo. Por la riqueza de sus temas, la sencillez con que se tratan y el tono marcadamente pastoral esta carta es ideal para cursos o series de predicación dirigidos a la formación de discípulos. La carta da ánimo a quienes viven en zonas donde la cristiandad ha disminuido considerablemente, sobre todo en países de tradición cristiana que en el pasado daban por sentada la existencia de una iglesia poderosa, influyente y respetada.
Las profundas convicciones teológicas del autor muestran una percepción clara y plena de la acción divina de la Trinidad, del poder y fertilidad de la Palabra de Dios, de la novedad de vida que trae el seguimiento de Jesucristo, de la misión encomendada al pueblo de Dios y del sufrimiento que puede traer aparejada la vivencia de la fe en una sociedad pagana. En el contexto neopagano, posmoderno y post cristiano de Iberoamérica estas verdades fundamentales adquieren una nueva pertinencia. Si se comprende bien el texto de esta carta en su contexto inicial se podrá articular mejor lo que significa seguir a Jesucristo en el contexto del siglo veintiuno.
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