por Sánchez, Edesio
El libro de Proverbios no se preocupa por la dimensión piadosa o devocional de la vida. En él no aparecen los temas propios de la teología clásica o sistemática: el pecado, la salvación, el cielo, el infierno, la vida eterna, el diablo, los demonios, los ángeles y temas así. Es más bien un libro o manual de refranes, senten- cias y poemas que nos “jalan hacia la tierra”, afirmando que la verdadera vida religiosa y espiritual se vive aquí, en las relaciones con uno mismo y con los demás, en los quehaceres más profanos y mundanos de la vida cotidiana. Es algo así como si, además de afirmar que “en Dios confiamos”, también aseveráramos que “en nosotros mismos confiamos”. Proverbios nos introduce a esta dimensión de la vida, esperando que nosotros, como humanos, tomemos las riendas de buena parte de nuestra vida, “sin molestar a Dios”, pero a sabiendas que la llevamos dentro de los parámetros de una vida que Dios así quiere (1:7).
Para hacer más fácil este caminar en la vida cotidiana, tal como la propone Proverbios, se ha considerado seguir un acercamiento temático; es decir, en lugar de ir descubriendo en los vericuetos del libro los diferen- tes temas y consejos que se proponen, se han elegido los temas más pertinentes tanto para el libro como para el hombre y la mujer de hoy. De este modo, no solo se facilita la lectura y comprensión del libro, sino también se permite —para el estudiante de la Biblia, para el maestro y el predicador— que se programen los estudios temáticos sin tener que pasar, cada vez, por todo el libro determinando esos temas.
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