por Sánchez, Edesio

1 y 2 Reyes no son dos libros, sino una sola obra que debe leerse en conjunto, de principio a fin. Además, pueden considerarse como la segunda parte de una obra más extensa que se inicia con 1 y 2 Samuel. Ambas obras —Samuel y Reyes— se ocupan de la monarquía de Israel, sus orígenes, su desarrollo y su final. La división de estas obras obedece más a razones prácticas que a razones temáticas o históricas. Los materiales sobre los cuales se escribieron originalmente fueron, sin duda, enormes hojas o folios unidos para formar rollos. No era conveniente que los rollos fueran demasiado grandes, pues habría sido imposible su manejo. De allí la necesidad de establecer divisiones en lugares estratégicos para mantener tamaños más o menos similares.
1 Reyes empieza con el final del reinado de David (caps. 1–2). Se podría preguntar por qué el libro de Samuel no termina con el capítulo 2 de Reyes. La respuesta podría ser: “Sí, por qué no”. Pero también se podría dar otra respuesta: los capítulos 1–2 funcionan como introducción a la monarquía de Salomón, hijo de David (caps. 3–11).

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