por Arana Quiroz, Pedro Agustín

Diferentes auditorios en América Latina han escuchado fascinados el Evangelio de San Marcos presentado por el actor peruano Hernán Romero, con el título: “La Palabra sola”. La Palabra de Dios a través de este Evangelio escrito para los cristianos del primer siglo llega impactante con su mensaje redentor, como monólogo teatral, a la gente del siglo veintiuno. Marcos no es un catecismo sino una invitación a la iniciación cristiana. Narra la historia de Jesús, el resucitado, que fue crucificado, que transformó vidas y sigue transformado a las personas que responden positivamente a su invitación “síganme”, es decir, a ser transformados y vivir realidades liberadas y liberadoras.

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