por Sendek, Elizabeth

El Evangelio de Juan pinta un retrato de Jesús desde una óptica que parece ser muy diferente a la de los otros tres evangelistas. No solo se interesa más en lo que Jesús hace en Jerusalén que en su ministerio en Galilea, sino que deja por fuera las parábolas y la mayoría de los milagros que los otros registran. Lo que sí incluye, sin embargo, lo incluye con maestría literaria y con los énfasis teológicos que lo caracterizan. Esto hace de este Evangelio una veta inagotable para la comprensión y vivencia de la fe cristiana.

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